El cuarto disco de Brian Eno en solitario, el quinto si contamos su debut grabado con Robert Fripp (No Pussyfooting, 1973) ya venía firmado con nombre y apellido. Discreet Music se publicó en 1975 y supuso un paso decisivo en la génesis de la música ambient (tras algunos esbozos incluidos en Another Green World aquel mismo año), y una continuación de su vena experimental al retomar la manipulación sonora con cintas, magnetófonos y reproducciones a distintas velocidades. "Música figurativa" inspirada en ERIC SATIE, creador en 1922 del concepto de música de mobiliario -"musique d'ameublement"- que con Eno derivó en ambient. Discreet Music se abre con el tema que da título al álbum y que ocupa toda la cara A, una pieza de 31 minutos de sintetizadores flotantes que irradian ondas de placentera relajación. Le siguen 3 variaciones del famoso Cánon de Pachelbel, interpretadas por una pequeña orquesta dirigida por Gavin Briars. Y ya tenemos una obra maestra de la música clásica del S.XX.