Los inimitables GYBE vuelven para ponerle banda sonora a estos tiempos. Como el espíritu herético y anarco-punk del título sugiere, Godspeed esgrimen un poder particularmente crudo, con saliva y muchas agallas a través de dos fascinantes caras de 20 minutos de un post rock repleto de ruido: temas que brotan de un vibrante estruendo, con algunas de las melodías más elevadas e interesantes del grupo, que rebotan y convergen con el violín y el bajo. Las grabaciones de campo y los pasajes semi improvisados enmarcan todo este paisaje épico. Dos piezas de 6 minutos de autocontención se convierten en el momento más devastadoramente bello e inquietante. Atmósferas conmovedoras, una orquestación que bebe del noise, sonidos drone, crescendos hipnóticos, torres de capas inexorables de distorsión: en STATE'S END nos encontramos con todas las facetas que les convierten en una banda admirable. Después de 25 años de historia, este nuevo álbum suena tan vital, conmovedor, oportuno e implacable como cu