Este quinto álbum, el primero en ocho años, lo grabó Fiona en su casa de Venice Beach (L.A.) donde desató un torbellino de ideas liberadoras, ?golpeando sus propias paredes e incorporando incluso palmadas, susurros, ecos y hasta ladridos de sus perros; todo esto acompañado por su voz, sus letras y su inseparable piano". FTBC lo ha producido la propia cantautora estadounidense y cuenta con contribuciones de David Garza, Sebastian Steinberg y Amy Aileen Wood. Un trabajo monumental, con una Fiona pletórica que se despacha a su bola. Muy aclamado por la crítica: The New York Times, The Guardian, The Independent etc lo han aplaudido con un 10. Ah, la exigente Pitchfork Media le ha concedido al disco la nota más alta en una década.