JAN JELINEK (aka Farben) entregó en 2005 el magnífico "Kosmicher Pitch", un disco en que su sonido evolucionaba desde la cosmicidad propia del kraut-rock a mundo muchos más experimentales. Aquí lleva mucho más lejos esa idea, y a través de seis densos temas, nos introduce en una especie de ambient psicodélico, en el que no faltan el ruido blanco y la densidad de los sintetizadores, pero que al final atrapa por la sencillez e inmediatez de la propuesta. Uno se encuentra atrapado en melodías que suben y bajan lentamente, que se insinúan apenas, entre esqueletos de jazz deconstruido y notas simples, melodías construidas sobre cuatro loops, revelando field recordings y chispazos de tesoros acústicos. Entre la vigilia y el sueño, este observador de animales al que se refiere el título, siempre un poco críptico pero también emocionante, nos presenta su disco más personal y el que se acerca más al sonido de sus directos.