No es frecuente que una banda de culto consiga su disco más aclamado por la crítica al registrar su 12º álbum. Que tras casi 30 años de existencia mantenga un nivel tan alto de autoexigencia, cambio y experimentación sonoras. Nos referimos al trío de Duluth, ahora reducido a dúo, a propósito de 'Double Negative' (2018), una de las obras clave de la última década. Y hoy a su brillante sucesor, este 13 er largo de bárbaro slowcore, también producido por Bj Burton. Los surcos de 'HEY WHAT' tienen el tacto rugoso de una lija, arañan, abrasan como eczemas en tus oídos, merced a capas de distorsión, zumbidos de nubes claustrofóbicas y texturas vitriólicas. Sus 10 canciones, o himnos de ultratumba, parecen proceder de una iglesia fantasmagórica. Como truenos que acaban en oraciones solemnes cuando las incandescentes armonías de Alan Sparhawk y Mimi Parker emergen de la oscuridad cual salvavidas en medio del abismo. Un disco dolorosamente hermoso. Low-fi de alta fidelidad emocional.